Masa: tamizar la harina y colocar en un bol. Agregar 1 huevo y mezclar todo bien. Cuando lo tengamos bien incorporado, agregar la mitad del segundo huevo y volvemos a mezclar. Comprobar la textura, debe quedar un poco durita no demasiado blanda. Por eso debemos ir poco a poco con el huevo para no crear más humedad de lo necesario (puede que necesitemos los 2 huevos, esto dependerá de nuestra harina). Cuando la masa esté homogénea reservar en la nevera, tapada con papel film, durante 30 minutos. 

Tagliatelle: transcurrido el tiempo de reposo, proceder a estirar la masa con un rodillo. Estirar la masa lo más fina que se pueda y a poder ser en forma rectangular. Después enharinar bien por los dos lados y enrollar sobre sí misma. A continuación, cortar con un cuchillo (a lo ancho) a la misma distancia. Después desenrollar y pasar por harina para que no se peguen entre sí.

Cocción: al ser pasta fresca la cocción es muy rápida. Colocar una cazuela con agua y hervir. Cuando llegue a ebullición, agregar sal y seguidamente incorporar la pasta. Dejar cocer unos 2-3 minutos, aunque esto dependerá del grosor que tenga la pasta (comprobar que este hecha, si le falta dejarla un poco más). Una vez cocida, colar y agregar por encima un poco de aceite para que no se peguen los tagliatelles y nos queden sueltos. Ya los tenemos listos para disfrutar con la salsa y acompañamiento que más nos guste.